viernes, 15 de julio de 2016

Reseña: Magnus Chase y los Dioses de Asgard. La Espada del Tiempo, de Rick Riordan

Rick Riordan es uno de los autores icónicos de la literatura juvenil de los últimos tiempos. Su obra cumbre es, sin ninguna duda, la colección Percy Jackson, basada en la mitología griega, pero a lo largo de su carrera nos ha demostrado que las distintas mitologías alrededor del mundo son, ante todo, una fuente inagotable de inspiración para cualquier persona que se atreva a buscarla. Del Olimpo griego viajó hasta Egipto, con Las Crónicas de Kane, para luego explorar la mitología romana y sus muchas similitudes con la griega en Los Héroes del Olimpo. Cuando parecía imposible que Rick nos diera otra sorpresa, anunció una nueva serie: Magnus Chase and the Gods of Asgard, en castellano conocida como Magnus Chase y los Dioses de Asgard, cuyo primer título sería The Sword of Summer. Y sí, no hace falta que busquéis el traductor para comprobarlo, la traducción no es lo que se puede llamar "exacta". Al margen de ese error, comencemos con la reseña.
Sinopsis:
"Los dioses vikingos han despertado. 
Magnus tiene en sus manos el secreto que puede detener el fin del mundo. 
Pero ese mismo secreto también puede destruirle. 
Magnus Chase siempre ha sido un chico con problemas, ha vivido solo en las calles de Boston esquivando tanto a la policía como a los ladrones. Un día, una nueva sombra se suma a sus perseguidores: su misterioso y hasta entonces desconocido tío Randolph, que le revela un secreto imposible: Magnus es en realidad el hijo de un dios nórdico. Los mitos Vikingos son reales. Los dioses de Asgard están preparándose para la Gran Guerra. Trolls, gigantes y criaturas horrendas se entrenan para el Ragnarok, el fin del mundo. Con la ayuda de Sam, una valquiria que lo odia en secreto, y del enano Blitzen y el elfo Hearthstone, ambos fugitivos, Magnus viajará por los nueve mundos en busca de la única arma que puede detener el Ragnarok: una espada legendaria perdida hace miles de años...Y en el camino tendrá que tomar la más difícil de las decisiones. Porque a veces, para salvarse, es necesario morir."
Opinión personal:
Me parece que lo mejor de este libro es que es algo completamente nuevo. Mientras que mitologías como la griega y la romana son relativamente frecuentes en la literatura juvenil, la nórdica está prácticamente inexplorada.
También es un buen punto el uso magistral del humor y de la ironía que hace el Tío Rick, que, sin resultar redundante o pesada, te acompaña durante toda la historia. Incluso ha creado en mí una especie de conflicto interior, ya que no sé si odio o amo los patos (ejem Cazadores de sombras ejem).
Los personajes son increíbles. Lo que me he llegado a reír con algunos de ellos, especialmente con los dioses... Recuerdo especialmente un diálogo entre Magnus y cierta diosa. Esta insistía en ser la dueña de cierto objeto. Cuando Magnus le recordó que no era así, ella apeló a que eso eran "tecnicismos"...
Estoy segura de que, dada la calidad del primer libro, Rick no hará lo que hizo con Los Héroes del Olimpo y nos "regalará" (entre comillas porque nuestro bolsillo va a sufrir lo suyo) una trilogía genial, casi al nivel de Percy.
Valoración: 4'5/5
-MARÍA

miércoles, 13 de julio de 2016

Agustín Fernández Paz, un último adeus

Onte foise un dos grandes. Un home que revolucionou a literatura, demostrando que un libro en galego se le. Un abanderado de Galicia, que levou a nosa lingua ó máis alto da literatura universal. E non esaxeramos, porque, por desgraza, estamos falando de Agustín Fernández Paz.
Hai só uns días recibiamos a noticia de que a súa obra máis universal, Cartas de Inverno, ía ser reeditada en breve. Edición especial que el, tristemente, non chegou a ver.
Nestes momentos é imposible non lembrarse da súa última obra. A Neve Interminable. Interminable, coma eterna será a súa lembranza.
Agustín Fernández Paz non será un escritor fácil de olvidar. Xenio creador de mundos, cun estilo inconfundible que agora non podemos deixar de lembrar... O que se foi  perdeuse, non volverá, pero a mellor homenaxe que lle podemos facer é, sen ningunha dúbida, ler. Ler os seus libros coma se fora a primeira vez. As palabras son o seu legado neste mundo, e, mentres alguén disfrute delas, el nunca se irá completamente.
Descansa en paz, Agustín Fernández Paz.